domingo, 22 de mayo de 2011

: )

De nueva cuenta el mundo sigue girando y nosotros no podemos hacer nada para evitarlo. Lo importante es que el fin del mundo no llegó, y gracias a eso los Pumas hoy ganaron la final del fútbol; aunque también siguen las noticias no agradables, pero esas hay que llevarlas con calma porque de lo contrario el estrés colectivo se apoderará de nosotros, de por sí ya somos una sociedad dañada con esa clase de estrés no llegaremos muy lejos.

Así que mejor respiremos, tengo la teoría que los domingos fueron hechos para eso, respirar, comer a gusto, dormir, levantarse tarde, ver televisión, o simplemente hacer lo que entre semana no se puede. Lo único malo del domingo es que el día que le sigue es lunes, y ese día si que no lo soporto, TODO es un caos el lunes, en lo personal culpo por el caos matutino a las madres histéricas que llevan a los hijos a sus escuelas y que en la micro, el metro, la combi, el auto, etc. siempre provocan algún tipo de retraso. 

Pero como hoy es domingo, me relajaré y procederé a prepararme mentalmente para el lunes. Eso sí, muy contenta porque pese a las profecías raras yo sigo vivita y coleando. De cualquier forma el mundo se va a acabar algún día, justo cuando cerremos los ojos para no abrirlos nunca más. Mientras eso pasa... a vivir como se debe.  ; )

viernes, 20 de mayo de 2011

¡Te crecerá la nariz como a Pinocho!

Quién no ha escuchado esa frase: si dices mentiras te crecerá la nariz como a Pinocho. Obviamente sólo al muñeco de madera le ocurrió eso, y además en una película de Disney, por lo tanto no vale para mí. Lo que si acepto es la moraleja de que las mentiras se convierten en avalanchas con el paso del tiempo.

Así que mejor siempre ser sinceros, es lo más sano, porque decir una mentira aunque sea “piadosa” no sólo es ocultarle algo al otro, sino mentirnos a nosotros mismos. Así que sólo porque es viernes y mañana no madrugo les doy este sabio consejo que siempre les dejará cosas buenas.

Mejor escuchar de vez en cuando a nuestro Pepe grillo ¿no? ¡Sonrían! Ya casi se acaba el semestre.









domingo, 15 de mayo de 2011

¡Gracias totales! (jajajajajajaja)


Debo confesar que alguna vez pensé en estudiar en la Normal Superior de Maestros, un poco influenciada por el entorno familiar y otro poco porque pensaba que esa era la profesión que realmente me gustaría ejercer, sin embargo decidí no dejar mi lugar en la UNAM y me olvidé del asunto.  El día de hoy recordé eso y no pude evitar pensar qué habría pasado si yo hubiese tomado tal decisión.

Ahora me queda claro que no cualquiera puede ser maestro, no porque sea algo del otro mundo, sino porque no cualquiera tiene la vocación de serlo, por más profesionales que conozcamos en las aulas, no a todos recordamos cuando miramos atrás. Puede que muchos maestros con los que nos hemos topado en la vida hagan su trabajo como se debe, pero pocos son los que logran ir más allá de un texto, de una formula, de un libro, aquellos que fueron nuestros maestros en el aula y en la vida se cuentan con una mano.

Creo que no hay una profesión más rica en experiencias que la de ser maestro, en todos los niveles educativos y de cualquier materia, estar frente a un grupo de completos desconocidos al inicio y terminar conociéndolos más de lo que lo hacen en sus propias casas deber ser algo que pocas cosas pueden reemplazar. Además se necesita mucho valor y mucho estómago para responsabilizarse por la educación de aquellos que no son sus hijos.

Para todos ellos y ellas mi más sincero agradecimiento y respeto a su profesión. Si bien muchas cosas van cambiando con el paso del tiempo, y vendrán generaciones nuevas de maestros, los que yo tuve fueron los mejores, quizá de la vieja escuela, pero cada uno con algo lindo para recordar y agradecer.

viernes, 13 de mayo de 2011

¡Viernes!

Pues por fin es viernes, después de una semana un poco estresante, dos días de descanso relativo me esperan, nos esperan, y ojalá que nos sirvan para descansar y prepararnos para dos semanitas un tanto cargadas de trabajo escolar. 

No sé ustedes pero justo en estos días de más presión mi mente suele volar y volar hasta casi perderse, y cuando menos lo percibe ya está frente a una banca con una hoja que contiene lo que muchos conocemos como exámenes, o bien frente a una computadora intentado descubrir el hilo negro de algún tema que afecte a alguna región del mundo y que sabemos que probablemente nunca volveremos a estudiar. 

Efectivamente, esto es el inicio del final del semestre, y espero que su mente no esté como la de Homero y la mía (jajajajajaajajajaja), que no sé cómo le hacemos pero siempre salimos bien librados.

¡Viernes!

Pues por fin es viernes, después de una semana un poco estresante, dos días de descanso relativo me esperan, nos esperan, y ojalá que nos sirvan para descansar y prepararnos para dos semanitas un tanto cargadas de trabajo escolar. 

No sé ustedes pero justo en estos días de más presión mi mente suele volar y volar hasta casi perderse, y cuando menos lo percibe ya está frente a una banca con una hoja que contiene lo que muchos conocemos como exámenes, o bien frente a una computadora intentado descubrir el hilo negro de algún tema que afecte a alguna región del mundo y que sabemos que probablemente nunca volveremos a estudiar. 

Efectivamente, esto es el inicio del final del semestre, y espero que su mente no esté como la de Homero y la mía (jajajajajaajajajaja), que no sé cómo le hacemos pero siempre salimos bien librados. 

domingo, 8 de mayo de 2011

Con la frente en alto

Supongo que en algún momento en la mente de todos se ha presentado algún pensamiento que manifieste nuestro enojo por determinada situación. El día de hoy tuve varios de estos pensamientos. En lo personal me desagrada enojarme con alguien o por algo, me parece que es una forma poco viable para solucionar un problema. Por eso reconozco el esfuerzo  y compromiso de todos aquellos que organizaron y se sumaron a la marcha del día de hoy por la paz en este país.

Si bien me pareció que ciertos grupos se “colgaron” la causa (como siempre), no dudo que los que fueron por convicción y por querer poner su granito de arena lo hicieron porque creen que acciones como esta son una muestra de que no todo es violencia y palabras al viento. Debo confesar que este ambiente de inseguridad (en todos sentidos) que se percibe en la sociedad es contagioso, pero sin duda no todos hemos vivido la situación de igual forma.

Creo que hay zonas donde de verdad el miedo, la inseguridad y la pérdida de control por parte de las autoridades es evidente, y donde los muertos suman cantidades vergonzosas; pero también sé que no todo es como lo pintan los medios de comunicación (algunos más responsables que otros). Y lo menciono, porque estoy convencida de que somos la sociedad civil, los que nos asumimos como ciudadanos de este país, los que hemos contribuido enormemente a que esta situación sea tan grave. Desde luego no pienso que por ello esté justificada la muerte de miles de personas inocentes, que sin deberla ni temerla, se encontraron con una bala que les quitó la vida.

Simplemente considero que no todo tiene que ver con culpar al que tiene que dar la cara, con hablar por hablar, criticar sin conocer al menos más de una realidad, y sobre todo exigir sin dar algo a cambio. Tal parece que en esta sociedad se nos olvida que cada uno tiene obligaciones y derechos, y que cada uno (el político, el maestro, el policía, el abogado, el estudiante, el militar, el poeta, el albañil, la ama de casa, la mujer liberal, el homosexual, el rico, el pobre, etc.) tiene que velar porque se hagan valer y por cumplir con el pedazo de pastel que nos toca. Cada uno tenemos un papel en esta sociedad y hay que cumplirlo y defenderlo siempre con la frente en alto.

Si los que están arriba no hacen bien su función, está bien manifestarlo y pedir que cumplan con lo que se les ha encomendado, pero siempre teniendo conciencia de que se ha cumplido también con la parte correspondiente. Y lo menciono, no porque yo no esté hasta la madre de tanta impunidad, pero creo firmemente que no todos luchamos de la misma manera y al mismo tiempo por defender las causas. Sean o no nuestras, si las vamos a defender hay que hacerlo de  manera responsable y respetuosa, porque no sabemos en que momento aquel contra el que luchamos será nuestro mejor aliado.

viernes, 6 de mayo de 2011

Bipolaridad

Y el mundo sigue de cabeza pero yo… ¡Feliz!... así es,  este es mi estado de ánimo el día de hoy. No es que piense que la felicidad lo es todo, peor ayuda mucho sentirse así de vez en cuando, mi madre dice que se debe al exceso de glucosa en mi sangre el día de hoy provocado por la gran cantidad de azúcar que he ingerido comiendo tanto dulce, ante semejante comentario evidentemente hice caso omiso y procedí a comer más dulces (los amo). Escribo esto para que quede muestra de que no solamente puedo transmitir mis estados de ánimo más deprimentes.

En realidad tengo motivos para estar más estresada que feliz, pero por el momento me limito a darme un descanso de mi exposición sobre armas (¡uy! que tema tan recreativo, ajá) y dejo que mi mente se disperse con la música (la mejor compañía en cualquier momento). Supongo que a todos nos pasa que tenemos momentos o semanas un tanto bipolares, de lo más dramático a lo más simple podemos pasar en cuestión de un instante. Algunos días somos los seres más conscientes de todo lo que pasa a nuestro alrededor, otros simplemente nos vale, que ruede el mundo.

Y efectivamente, el mundo rueda, inevitablemente, rueda y rueda; así ha sido siempre, y el día que ese mundo se detenga es porque hemos muerto. Por eso, me gusta disfrutar estos momentos en los que nada puede borrar mi sonrisa, como ya había mencionado es mi máscara favorita. Sin embargo me quedé pensando en lo que dijo la profesora la clase pasada sobre esa apatía generalizada de las generaciones de hoy ante la vida, ¿será? (nótese mi cambio de actitud feliz a una con ciertas dudas, jajajaja), yo creo que definitivamente algo nos pasa, no estoy convencida que sea apatía, pero estoy segura de que carecemos de algo que otras generaciones tuvieron.

Probablemente las cosas no nos han costado como a nuestros padres, y todo nos puede parecer tan sencillo que solemos quitarle valor a aspectos significativos. No creo que el problema sea lo material, porque las desigualdades siguen, pero si algo que debe estar en el inconsciente colectivo, que provoca una cierta cohesión e identificación en el tiempo y el espacio, en la misma realidad.  

domingo, 1 de mayo de 2011

De cabeza

Qué cantidad de cosas pasan en unos cuantos días: Sábato se nos va, beatifican a Juan Pablo II,  en el país siguen matando gente al por mayor, en Inglaterra se casa, cual cuento de hadas en pleno 2011,  el Príncipe Guillermo, los pumas pierden (otra vez), el día del trabajo pasa casi inadvertido por ser domingo, todo pasa y el tiempo avanza, las semanas transcurren y me doy cuenta que falta sólo un mes para decir adiós al penúltimo semestre (no sé si reír o llorar por ello).

La  vida pasa y pasa, a veces más divertida que otras, a veces más apasionante, en ocasiones un poco ajetreada, pero siempre nos deja de que hablar. Así que justo estos días que me ausenté por completo de la realidad, me di cuenta que el tiempo se viene encima (que feo ¿no?) y de que los cuentos de hadas no existen, así que por más que una boda (muy bonita, muy pomposa, pero al fin muy alejada de nuestra realidad) trate de hacer que los individuos coloquen su atención en temas un poquito más frívolos, la realidad es que este mundo está lleno de situaciones que no dejan de sorprenderme.

Mundo raro, mundo loco, pero nuestro al fin, un día estás y al otro no (tal parece que justo eso sucede con Bin Laden, ya ven, mientras yo escribía me enteraba de eso). Por eso mejor me dispongo a dormir, esperando que mañana el mundo no esté tan de cabeza como hoy, Mañana será otro día, lo que pase, aunque pretendamos saberlo, puede cambiar de un momento a otro. Por eso mejor hay que dar buena cara a la vida, porque como escribió Oscar Wilde: “creer es muy monótono; la duda es apasionante”.