jueves, 14 de abril de 2011

Máscaras

Entre elecciones, calor, gente, metro hasta el tope, más calor, tarea sin terminar, trabajo extra en el trabajo diario, problemas emocionales, amigos que reclaman, ex suegras que reclaman, mamás que no dejan de hablar, niños que gritan en el oído, cuentas por pagar, jefas estresadas, marchas, ejecuciones, problemas de salud, más calor, ropa sucia, proyectos por entregar, etc. siempre algo o alguien nos ayuda a tomarnos un respiro.

Y que mejor respiro que usar nuestra máscara de personas relajadas, que toman la vida como si el mañana no existiera. Sé que en realidad, casi siempre, el mañana siempre llega, y las máscaras se tienen que cambiar. A veces usamos la máscara del desánimo, de la tristeza y hasta del coraje, pero otras, usamos las máscaras que hacen que la vida se vea de mil colores  y que todo lo percibamos positivamente. No importa cuántas máscaras tengamos, ni que las usemos (esas no se desgastan) muchas veces, lo importante es saber que las tenemos, que no somos entes que deambulan por el mundo en línea recta y que las máscaras son un arma única.

Así es, las máscaras de las personas son la mejor arma para enfrentar la vida, cualquier circunstancia, agradable o no, se puede afrontar y rebasar gracias a la mejor de nuestras máscaras. Justo hoy comentaba esto con una persona que gratamente me sorprendió al coincidir conmigo en que las personas usamos máscaras y eso no significa que nos escondamos y mucho menos que evadamos algo. Simplemente representan todas nuestras facetas, ya que ninguna es igual, porque en nuestro andar encontramos todo tipo de personas, circunstancias, emociones, etc.

Cada una de estas facetas tiene su tiempo y espacio, por lo cual cada una es diferente, evidentemente siempre habrá unas más importante o especiales que otras, y eso sólo dependerá de la máscara que decidamos utilizar para afrontarla. La vida es un gran teatro, en el que muchas veces los aplausos no hacen acto de presencia, y otras la ovación es más que agradable. Como todo buen actor hay que asumirnos en el papel, el mejor de todos, nuestra vida, hay que sentirla y disfrutarla siempre que podamos porque algún día no habrá máscara alguna, y es entonces cuando el telón se bajará y lo que fue así quedará.


Nota: saquen todas las máscaras de su ropero y pruébenselas todas cada que tengan tiempo, finalmente utilicen, a que mejor les quede en ese momento, no necesitan pensarlo mucho, sólo es cuestión de sentir, finalmente no somos, ni seremos los únicos en usarlas.

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