domingo, 27 de febrero de 2011

¡Música!

Que increíble es el poder de la música, desde que tengo memoria me encanta escuchar música, pero creo que pocas veces he percibido su poder, ahora no tan oculto, de cambiar mi estado de ánimo; supongo que no soy la única. Quién no se ha sentido identificado con la letra de alguna canción que le recuerda algún momento o  alguna persona de su vida.
Cualquiera que sea el ritmo, la letra o la duración, una sola melodía puede cambiar nuestro día; generalmente preferimos aquellas que nos ponen de buen humor y que nos hacen olvidar un mal sabor de boca, sin embargo, aquellos días melancólicos las melodías lentas y un tanto romanticonas son las que buscamos en nuestro reproductor. Creo que nada refleja mejor cómo percibimos la vida que la música, son poemas con ritmo que hablen de lo que hablen son todo un arte; claro que hay música que no debería ser catalogada como tal, pero en gustos se rompen géneros ¿o no?
En fin, sea el que sea el momento por el que estén pasando, no duden en recurrir a la música para expresarse, porque,  que lindo es dedicar, o que le dediquen, a alguien una canción que resuma lo que de alguna u otra forma no podemos o no sabemos cómo expresar.

miércoles, 23 de febrero de 2011

De nuevo en las andadas

Y sucede que mientras en otras partes del mundo gobiernos autoritarios hacen ver lo que es tener el monopolio del uso de la fuerza (de una forma salvaje), y la gente se sigue muriendo de hambre, algunos gobiernos en América tienen “problemas” de “entendimiento” sobre el vuelo de aviones en territorio del otro, Steve Jobs se reúne con Obama, terremotos sacuden poblados dejando muertos y heridos, el Príncipe de Inglaterra y heredero al trono planea su boda (o se la planean), entre muchas otras cosas (esas que provocan que en este mundo exista de que hablar), en nuestro país la guerra entre adinerados y poderosos es la misma (o poderosos–adinerados contra lo mismo, da igual al final de cuentas).

Así es, o qué de relevante puede tener (obvio para todos aquellos que no somos accionistas de Televisa o Tv Azteca) que el señor Carlos Slim (y desde luego la directiva de grupo Carso, en especial los encargados de Dish México y socios que los acompañen) decida retirar su publicidad de dichas televisoras ante un aumento de tarifa por el espacio en la primera y a causas aún no reveladas en la segunda. Puede que la relevancia de estas notas, que pueden reflejarse un tanto morbosas en los diarios, sea su trasfondo; ya que no olvidemos el pleito que desde hace tiempo se trae SCT y COFETEL con Telmex por la concesión de televisión, y que en medio se encuentran los intereses de los monopolios televisivos que se niegan a aceptar a un competidor importante como es Dish, que (sin afán de promocionarlo) ofrece una opción de televisión de paga accesible y con una cobertura que incluso a Cablevisión le ha costado superar.

¿Qué hay en el fondo de todo esto?... dinero y el poder de controlar los medios de comunicación, y que mejor la televisión; lo anterior, sumado a los buenos contactos para frenar cualquier licitación por parte de los representantes de Televisa, es una muestra de lo nefasto que resulta este país si de administrar los recursos se trata, ya que preferible quedar bien con Don Azcárraga Jean que abrir a la libre competencia un espacio que pertenece a la nación, no a dos o tres sujetos. 

No es que apoye a Slim y sus empresas (porque si de monopolios hablamos puede que empate con el ya mencionado dueño de Televisa), pero me parece  que esto es un ejemplo muy ilustrativo de que lo único que le importa a los empresarios en este país es quedarse con la “rebanada” más grande del pastel sin importar por encima de quien se pase.

domingo, 20 de febrero de 2011

alcohol+amor no correspondido= borrachera segura

¿De qué puedo hablar una tarde de domingo, previa al concierto de Serrat, y después de una fiesta la noche del sábado?... pues de la fiesta ¿no? Evidentemente no escribiré sobre los detalles de la fiesta puesto que para ustedes mis queridos lectores son irrelevantes. Por el contrario, creo que lo que no les es irrelevante es el tema más escuchado de la noche de ayer: el amor (el amor entre hombre-mujer, mujer-mujer, hombre-hombre).

Que difícil es hablar de amor sin caer en frases cursis, o en su defecto en cuestiones de despecho y rencor. Según recuerdo, hace casi una semana la gente disfrutaba del tradicional 14 de febrero, día en que todo es “miel y dulzura” y los enamorados se demuestran cuánto se aman y se regalan cosas y se dedican canciones, etc. (nótese que soy un “grinch” en esa fecha); pero que sorpresa me llevé al notar que esa “miel y dulzura” sólo es derramada un día, que triste (risa metal), ¿por qué tiene que ser este tema tan complicado?

No sé ustedes, pero el amor nos hace a las personas un tanto bipolares, un día amamos con pasión y locura y al otro estamos que lloramos de orgullo y mandamos a aquel o aquella ingrata allá donde les platiqué; un día podemos dedicar la canción más melosa y al otro sacamos aquella que reza: “que te ruegue quien te quiera…”. Así es, la bipolaridad brota sin darnos cuenta, pero creo es justamente esa bipolaridad la que hace del amor el sentimiento, experiencia, recuerdo, etc. más significativo y valioso de nuestras vidas, y el que más nos permite conocernos y reinventarnos día a día.

Por poco o mucho tiempo que dure eso que llamamos amor, con todo lo que escuché el día de ayer, sólo me queda muy claro que lo importante es disfrutarlo, porque un día se acaba, como todo en esta vida, y si no nos quedamos con lo mejor del otro entonces estamos condenados a no saber quedarnos con lo mejor de nosotros mismos, y por lo tanto en cada fiesta donde el alcohol fluya nunca faltará aquel que dedique esas canciones “pegadoras”. Ojalá todos los días fueran 14 de febrero para que no exista gente con dolores de amor, pero como no es así, que otro remedio que dejarnos llevar por ese maravilloso y cruel sentimiento.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Nocturnos

¿Qué encanto tiene la noche, que a muchos apasiona y a otros atemoriza?,  ¿por qué en las noches suelen retratarse aquellas imágenes que dejan mucho para el amor y otras tantas para historias oscuras? Aún no lo sé del todo, pero lo único que puedo afirmar es que la noche no es para todos. A muchos el día, con poca o mucha luz es lo que les gusta, quizá porque perciben que son más productivos, o que en el día es cuando se vive, simplemente porque estamos habituados a que todas las actividades del ir y venir a diario se realizan cuando la luz del sol está presente.

¿Pero qué pasa en la noche?... la vida sigue, unos duermen, otros no mucho, otros más trabajan y algunos la usan como su gran inspiración, por obligación o puro gusto, lo cierto es que cuando cae el sol y su antagonista hace acto de presencia, cualquier entorno se convierte en el escenario por excelencia para dejar volar la imaginación y crear el mejor de los trabajos, la mejor de las novelas, o una buena canción, recordar a alguien o compartir con alguien, descansar, planear, soñar…

Todo, siempre pensando en el mañana, lo que a mi parecer hace todavía más especial a la noche, ya que por más que uno quiera que no termine siempre da la pauta para el inicio de un nuevo día. En este nuevo día podemos o no concretar en lo que se trabajó o pensó la noche anterior; si se hace que mejor, en caso contrario debemos recordar que habrá más noches para reinventarnos, para recordar y compartir; porque al fin y al cabo así son los tiempos de la vida, la cual sólo es una y hay que aprender a vivirla a cada instante.

domingo, 13 de febrero de 2011

Tesis

Debo confesar que el tema de la tesis en ocasiones me resulta un tanto incómodo, no debería ser así pero lo es; sin embargo no creo que una buena opción sea tirarme al drama porque no sé por dónde comenzar con ese proyecto llamado Tesis. Por fortuna he dejado de lado algunos temores respecto al tema, en gran medida gracias a la clase del semestre pasado, por lo que ahora que me queda claro que es un requisito más para obtener el un papel que me acredite como Licenciada en Relaciones Internacionales me he convencido que como dicen por ahí "al mal paso darle prisa". 

Después de este preámbulo les debo confesar que, como lo mencioné en clase, estoy perdida en torno a la delimitación de mi tema. El semestre pasado trabajé con uno relacionado al medio ambiente (sobre desarrollo sustentable en la Ciudad de México) pero afortunadamente me di cuenta de que no amo el tema, no me motiva y no veo escribiendo 60 u 80 cuartillas al respecto. Así que decidí eliminarlo y buscar uno relacionado con el narcotráfico (tema que si me gusta, y mucho), mi problema ahora radica en que no sé qué del narcotráfico, en vista de que tiene que ser un tema de carácter más académico. Pensaba en cuestiones de seguridad nacional y la estrategia del Presidente en su lucha contra el narco (o delincuencia organizada como se prefiere llamar); o una comparación entre México y Colombia; o bien un análisis del impacto de la situación del país en el extranjero (relaciones económicas, políticas, no sé).

Sé que necesito sentarme y buscar información, armar un proyecto, etc., lo cual evidentemente haré este semestre, pero agradecería cualquier sugerencia.


jueves, 10 de febrero de 2011

Otra vez yo...

Hoy, como algunos otros días, me quedé observando a la gente en el metro y me di cuenta de la cantidad de caras de fastidio que existen, otras de cansancio, de tristeza, de rencor, de frustración, etc., caras que probablemente por las mañanas sean otras, pero que al final del día, en su mayoría, reflejan que el día no se ha vivido como se debe. Quizá por una infinidad de motivos de toda índole (trabajo, escuela, familia, esposo, esposa, amante, novio, novia, mascota, dinero...) no nos percatamos de lo afortunados que somos por el simple hecho de respirar, de caminar, de oler y percibir todo a cada paso que damos; y si es que en algún momento lo hacemos en otro se nos olvida y pasamos de lado que la vida se va volando y que tal vez esa felicidad que buscamos pase a cada instante todos los días frente a nosotros.


Por ello, no dejemos escapar cada instante que produzca una sonrisa en nuestro rostro y en el rostro de otro; ese instante que corto o duradero, nos haga sentir tan seguros de nosotros que nada más pueda valer tanto la pena. Vivamos día a día con la certeza de que (así como escribía Oscar Wilde) "...a veces podemos pasar años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un sólo instante..."

Nota: y sucede que de nuevo estoy por acá, admito que de nueva cuenta no sé sobre qué escribir, pero estoy segura que este inconveniente se resolverá con el paso de los días. Así que por el momento les dejo mi pensamiento un tanto nocturno.