El día de hoy leía el periódico de la persona que iba delante de mí en el metro y observaba con atención una noticia muy extraña; no por que me pareciera algo raro de leer, sino porque era algo que yo nunca había visto que sucediera en esta ciudad. Resulta que el día de ayer un joven estudiante del Colegio de Bachilleres Plantel 20, cometió un acto digno de una película, aunque en este caso fue más de comedia, o de alguna de esas historias gringas donde el estado mental de las personas se encuentra en un estado ya bastante deteriorado.
Resulta que el chico en cuestión tiene problemas amorosos, y ya se podrán imaginar lo complicado que puede resultar para muchas personas tener esa clase de problemas a la edad de 17 años. Así es, este individuo del que les hablo terminó con su novia de 16 años y que además es compañera suya en el Colegio; y ante la desesperación, el dolor, el coraje y la frustración de ver terminada su relación con la que creyó era el amor de su vida (nota: eso no lo leí en el periódico, pero lo deduzco), cometió un acto inconcebible…
Con un sable mantuvo en alerta por un tiempo considerable (los medios de comunicación dan diversas versiones) a su grupo y en general a todo el plantel, la policía, protección civil, medios, padres de familia, etc., ya que amenazó con matar a su novia, o ex (definitivamente ahora es ex), y después suicidarse él; además desde luego que amenazó con atentar contra la vida de todos los presentes, todo en su salón de clases. Al final no logró ninguno de sus cometidos, porque seguramente no quería matar a nadie, aunque lo grave está en que lo haya pensado y más aún en la movilización que causó, ya que muchos medios pensaron que se trataba de una de esas historias de adolescentes con algún trastorno de personalidad o adictos a algún narcótico que provocan que actúen de determinada forma.
Desde luego no es algo que debe tomarse a la ligera, ya que por muy bizarra que suene la historia, el punto es que los jóvenes, y en general toda la población, no somos ajenos a este tipo de actos, que en otras sociedades son más frecuentes. Lo que sucedió el día de ayer es signo de que, o fue una imitación de comportamientos que por algún motivo el chico intentó realizar, o bien es realmente una muestra más de lo mal que se encuentra la sociedad y de lo que un ser humano desorientado puede llegar a hacer; aunque desde luego puede tratarse de ambos casos.
P.D. aunque siempre hayan querido utilizar el sable que compraron en esas tiendas donde venden juguetitos de colección y de cuyo nombre no me acuerdo, o bien que lo consiguieron en el chopo por una ganga, no se les ocurra probar su filo ni su destreza con un ex por más poco digno que se haya portado con ustedes.
está bien Dee O. intentaré no sacar mis frustraciones con un sable jajaja está muy loca la nota... saludos!!!
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