jueves, 4 de noviembre de 2010

Por debajo del agua


Les comento que ahora resulta que el traslado de la droga de México a Estados Unidos literal es “por debajo del agua”, digo literal ya que pasa debajo del río Bravo; y es que el día de hoy en la página de El Universal se encontraba un video en el que se mostraba el descubrimiento de un “narcotúnel” de Tijuana a San Diego, y que con una extensión de 600 metros, hace los que muchos polleros quisieran, transportar personas y mercancías sin preocuparse por la migra, la patrulla fronteriza, el desierto, la lentitud, etc.

La verdad no es que me sorprenda mucho la noticia, porque en cuestiones de narcos mi imaginación ha quedado rebasada por la realidad; lo sorprendente para mí es que este descubrimiento si haya “sorprendido” a las autoridades norteamericanas. ¿O no se supone que ellos tienen el lado de su frontera muy reforzado, patrullado, por aire y tierra, y desplegaron elementos de sus fuerzas armadas como si Hitler estuviera del lado mexicano? O se les olvida que según su versión nosotros somos los malos y ellos los buenos, y que los narcos mexicanos, y sólo mexicanos (que por cierto hace tiempo salió una nota de que el Chapo tiene propiedades en Arizona), son los que pasan la droga.  Con esta información a mi parece que la complicidad no sólo es de este lado, sino que del otro también existe, sólo que no son tan “obvios”. Aunque ahora sí estuvo difícil ocultar la situación ya que del lado gringo se encontraron 20 toneladas de droga, mientras que del lado mexicano se encontraban 4 toneladas.

Se especula que es un túnel utilizado por el cartel de los Arellano y otras organizaciones. Eso sí, mis respetos al “ingeniero” que diseñó este túnel, el más sofisticado de todos los que existen, ya que cuenta con una especie de trenecito, o más bien carrito como el de la minas, que transporta la droga por una vía a 30 km por hora y que en dos minutos pasa de Tijuana a San Diego; la entrada en Tijuana está en una calle común, a unos seis metros de la superficie, ya que se aprovechó un sistema de túneles viejos, eso sí, el espacio es reducido al entrar (apenas 80 cm) pero la verdad no creo que a los jóvenes que la meten les importe eso. La principal ventaja del túnel es que al final del recorrido llega a la garita internacional de Otay, una de las más “vigiladas”, y claro la droga está del otro lado sin necesidad de ser registrada en la aduana.

A esto le llamo eficiencia en el manejo de las ganancias, entre más rápido mejor ¿o no?; así que señores del gobierno (mexicano y norteamericano): sí ya saben quién construyó el túnel, cómo funciona la logística del transporte, a dónde llega, etc., ¿qué esperan para atacar el problema? Y por favor no aceptemos esa frase que dice: la lucha la vamos ganando, para que la droga no llegue a tus hijos.



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